MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS AL POSMOCAPITALISMO CULTURAL

El Futuro de la Socialdemocracia MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS AL POSMOCAPITALISMO CULTURAL 1. El posmocapitalismo cultural ha sido un instrumento fundamental de las grandes corporaciones a todo lo largo del período neoliberal y continúa siéndolo. Con unas claras bases neonazis, el antinatalismo, la reducción de la población, el posmofeminismo, el catastrofismo climático y el globalismo anticultural han sido y son elementos clave de las estrategias corporativas de apropiación de recursos y control social. 2. Los contenidos del posmocapitalismo o posmodernismo cultural son tan absurdos y destructivos, que es casi inevitable que la opinión pública acabe estallando de una u otra forma. Un estallido que tiende lógicamente a manifestarse a través de opciones políticas alternativas con capacidad de enfrentarse a lo políticamente correcto. 3. El problema es que, como sabemos, el posmocapitalismo cultural no es realmente la ideología de las grandes corporaciones sino sólo un instrumento de las mismas. Los grandes inversores pueden apoyar movimientos posmodernos, liberales, neonazis, socialdemócratas, … en función de los intereses del momento. El posmocapitalismo cultural es un instrumento que pueden sustituir –o contrapesar- en la medida en que lo consideren oportuno. La élite corporativa occidental utiliza sistemáticamente la manipulación no sólo de las opciones políticamente “correctas” de derecha, izquierda o centro. En la medida en que se detecta un riesgo de desplazamiento de la opinión pública, los grandes inversores intentan también poner en marcha o controlar movimientos “alternativos”, que sólo lo serán dentro de unos cauces “tolerados” por el sistema. 4. No queremos prejuzgar que todos los movimientos alternativos estén necesariamente controlados por el sistema corporativo. Pero sí es necesario tener en cuenta que la manipulación de movimientos aparentemente alternativos es una estrategia corporativa habitual para controlar los procesos sociales. 5. Una de las características clave para detectar la manipulación de este tipo de movimientos alternativos radica en identificar en ellos el instrumento habitual del posmodernismo, la manipulación de emociones, mediante la cual evitan hacer frente a los retos reales con alternativas reales, que pueden perjudicar a las grandes corporaciones. Ello se detecta con facilidad si utilizamos para ello el “filtro” de la racionalidad socialdemócrata. 6. Enseguida comprobamos cómo estos movimientos “alternativos” no buscan soluciones racionales para la emancipación de la mujer como alternativa a la manipulación corporativa del posmofeminismo, sino el enfrentamiento social alrededor de este debate. No buscan resolver el reto de explotación laboral masiva y desestructuración social de la migración, sino atacar y denigrar a los migrantes. No buscan la racionalización de la defensa del medio ambiente contra el catastrofismo climático cuanto el enfrentamiento social. A la irracionalidad del globalismo anticultural no oponen el fomento y el respeto entre países y culturas, sino distintas formas de supremacismo o de menosprecio de otras comunidades o países. 7. Para detectar hasta qué punto estos movimientos “alternativos” están manipulados o no, una técnica de gran interés radica precisamente en pasar el filtro de la “racionalidad”. 8. En sentido contrario, lo que Europa necesita, en este momento más que nunca, es una estrategia social y cultural socialdemócrata que, cuanto antes, se enfrente a la irracionalidad posmoderna. No desde la perspectiva del mero rechazo, sino de la profundización en los retos sociales reales manipulados por el posmocapitalismo y del respeto a los colectivos sociales implicados: feminismo, minorías sexuales, movimiento ecologista, minorías étnicas y nacionales. Éste es un proyecto de EKAI Center sobre EL FUTURO DE LA SOCIALDEMOCRACIA. Gracias por tu atención. Sigue con nosotros.
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